Con este artículo pretendo denunciar una mala práctica realizada por «profesionales» que ofrecen el Certificado Energético a bajo precio. Se trata del abuso de las opciones «por defecto» y la baja calificación que esta práctica provoca.
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¿En qué consisten las opciones «por defecto»?
Tanto si eres técnico como si eres un propietario con un mínimo criterio al que ya le han hecho un Certificado de Eficiencia Energética, sabrás de que te hablo. Resulta que, durante la fase de realización del Certificado Energético los técnicos nos apoyamos un unos programas informáticos reconocidos, dentro de los cuales el más utilizado por su sencillez es el llamado CE3x. En estos programas el técnico debe introducir uno a uno todos los datos tomados en la visita del inmueble que está certificando, que básicamente son: superficie y tipo de fachadas, medianeras, cubiertas, suelos, paredes que separan con espacios no habitables, instalaciónes de calefacción, agua caliente, aire acondicionado, etc…
Estas herramientas informáticas cuentan con una base de datos bastante genérica que permite asignar valores «por defecto» a las características térmicas de todos estos elementos, sin entrar en más detalle de si son paredes simples, dobles, si las ventanas son de tal tipo o este otro, de si la caldera es x o y,… solamente se tiene en cuenta la antigüedad del inmueble que se certifica.
El mal certificador = Opcion por defecto a todo
Efectivamente, da igual si tu fachada es caravista, tiene aislamiento térmico, es mejor calidad, tiene más o menos espesor, ES IGUAL, te plantan una «opción por defecto» y ya está cubierto el expediente.
¿QUE OCURRE? No hace falta ser muy avispado para pensar que esas opciones por defecto son muy conservadoras y penalizan enormemente la Nota de la Calificación Energética. Haciendo las cosas así, en la mayoría de los casos se vas a obtener las peores letras «F» o «G», algo que es muy poco realista pero que, legalmente, está permitido.
Eso sí, opción «por defecto» implica calentarse poco la cabeza y no dedicar demasiado tiempo a tu certificado. Es la opción cómoda y que denota la poca profesionalidad e interés de muchos «técnicos» que sólo buscan el dinero fácil compitiendo, además, en una guerra de precios a la baja con otros profesionales más serios. Además, seguro que mucho de estos técnicos ni siquiera son arquitectos o arquitectos técnicos, que son los profesionales más cualificados y mejor preparados para ofrecer este servicio con la mejora calidad.
¿Qué hace un buen profesional?
Un buen profesional experimentado y conocedor de los sistemas constructivos puede deducir de forma razonable las características térmicas estimadas de cada uno de estos elementos, para, así, poder incorporarlos en los cálculos que hace el programa. No hace falta ser adivino e inventarse las partes de la fachadas por ejemplo, pero sí se pueden estimar basándonos en datos como el espesor, el sistema constructivo, la antigüedad, el conocimiento que nos pueda decir el propietario, etc… También en las instalaciones se puede «afinar» los cálculos ya que la mayoría de los aparatos tienen su marca y modelo y los datos de rendimiento son, pues, conocidos.
¿EL RESULTADO? Mejor calificación energética, seguro. Además de saber que te han hecho un buen trabajo y has contado con un buen profesional lo que te hace ganar en tranquilidad y te da muchas garantías.
Si eres uno de los miles de propietarios que ya cuentan con el Certificado de Eficiencia Energética te invito a que repases el documento. En la página 2 (ANEXO I) de todos los certificados, justo bajo las fotografías encontrarás el detalle de los cerramientos, ventanas e instalaciones. ¿A TI TAMBIEN TE LO HAN HECHO TODO POR DEFECTO? Seguro que no te han puesto la nota que mereces.